Mejor tratamiento para el dolor lumbar

La lumbalgia

Los dolores lumbares cada vez son más frecuentes entre la población, siendo mayor en mujeres y en población con un tipo de vida sedentaria. Las lumbalgias se definen como dolores que afectan a la zona baja de la espalda y a la zona glútea, y cuya duración permanece durante más de 6 días (M Casado et al. 2010).

Si en algún momento has padecido este dolor te preguntarás cuál es el mejor tratamiento, pero para saberlo primero debemos entender la complejidad biomecánica de la zona. La integridad de la columna lumbar depende básicamente de 3 complejos:

  • El complejo neural, formado por el sistema neuromuscular y encargado de modular los movimientos y acciones musculares.
  • El complejo de estabilidad pasiva, formado por estructuras óseas, articulares y ligamentosas.
  • El complejo de estabilidad activa, la cual podemos dividirla en el sistema de estabilidad estática (el core, la musculatura corta y profunda del raquis, como es el transverso del abdomen) y el sistema de estabilidad dinámica (el conjunto de músculos largos y superficiales del raquis, como es el dorsal ancho).

Core stability

La acción sinérgica de estos complejos generaría el llamado “core stability”, entendido como el control dinámico del complejo lumbopélvico que permite la producción, transmisión y control de fuerzas y movimientos necesarios para realizar cualquier movimiento funcional (N Nadlall et al. 2020).

En las patologías lumbares los principales complejos que fallan son la estabilidad pasiva (como podría ser una hernia discal) o la estabilidad activa (como podría ser la debilidad de la musculatura del core) (R Donatelli et al. 2012).

Por otro lado, el síntoma más frecuente es el dolor ciático lumbar, el cual se describe como un dolor tipo calambre que desciende por la zona glútea e incluso la zona posterior del muslo o pierna. Las recomendaciones generales que se dan a día de hoy a las personas que lo padecen son evitar el descanso en cama, mantenerse activo y acudir a personales sanitarios cualificados. Concretamente se ha demostrado que acudir entre unas 5 o 6 sesiones fisioterápicas durante los 90 primeros días tras un brote de dolor lumbar ciático es el método más efectivo para la recuperación (M Tojima et al. 2019).

Dentro de los diferentes métodos fisioterápicos, varios estudios han demostrado el gran éxito de la terapia manual y el ejercicio terapéutico, ambos enfocados a reducir el dolor agudo como primera instancia, además de fortalecer la musculatura afectada y conseguir realizar movimientos no dañinos durante las actividades de la vida diaria (J Fritz, et al. 2021).

En resumen, la fisioterapia toma tanta importancia en estas patologías ya que actúan directamente sobre la causa del problema, sobre los déficits tanto de la estabilidad activa como pasiva de la columna lumbar.